En estos días en los que la pandemia nos ha cambiado los hábitos, a algunos se nos ha podido olvidar lo que nos hacía sentir bien. O ya no lo podemos hacer. O ya no es lo mismo. A mí me ha pasado que no tengo ganas de hacer nada. Luego, me siento fatal y con menos ganas. Vaya, una espiral desastrosa.
Esa es la alarma que indica que es la hora de hacer algo nuevo.
Cuando empiezas algo nuevo, ya sea un gran cambio o por insignificante que parezca, quizás sin darte cuenta, estás encendiendo una chispa que puede ser el origen de un espectáculo de fuegos artificiales (o darte un poco de calorcito).
¿Sabías que las experiencias nuevas son buenas para el cerebro? Según el Dr. Michael Merzenich, autor de “Soft-Wired: How the New Science of Brain Plasticity Can Change Your Life”, cada vez que aprendes algo nuevo, estás modelando y rejuveneciendo tu cerebro.
Y si esto no te convence, aquí tienes algunas otras razones que a mí, me han convencido.
Cuando empiezas algo nuevo:
Ganas confianza en ti mism@. La primera vez que consigues colar un gol, terminas ese libro, llegas a la 10 flexión o lo que se te ocurra hacer, tu autoconfianza crece, te das cuenta de que tienes más potencial del que tú creías.
Tu curiosidad se expande. A veces he envidiado a esas personas que no paran de hacer cosas y todo les apasiona. Hasta que me di cuenta de que la curiosidad es como un músculo al que hay que darle caña para que te pida más. Y que además, cuando lo ejercitas, no causa agujetas, si no que genera más placer.
Eres más creativ@. Bastante lógico, si siempre haces lo mismo, es difícil ser creativo. Las nuevas experiencias abrirán nuevas sinapsis, nuevos caminos en tu mente que te permitirán tener más perspectiva.
Te será más fácil solucionar tus problemas. Tener más perspectiva es lo que te ayuda a encontrar nuevas soluciones a los mismos problemas.
Te ayudará a enfocarte. ¿Has notado que a veces tu mente empieza a divagar? Cuando haces algo nuevo, necesitas poner toda tu atención en lo que haces. Por eso, comenzar algo nuevo es genial para entrenar tu capacidad de enfocarte y estimular tu mente.
Tu círculo social se expande. Tendrás oportunidad de conocer a otras personas con las que compartes intereses y quizás forjar nuevas amistades. Si recuerdas el post sobre Ikigai, el sentido de comunidad y pertenencia es crucial para nuestra felicidad y longevidad.
A ver, que ya sé que a veces da un poco de pereza, pero aunque me llames pesada, lo repetiré: Cuánta más pereza te dé, más fuerte te lo están pidiendo tu cuerpo y tu mente.
De hecho, escribiendo este nuevo post, ya tengo la idea para el siguiente: Consejos para comenzar algo nuevo. ¡Funciona!
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